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YO SOLO ESPERABA UN SALUDO

Publicado: 2014-05-15

Los años anteriores recuerdo haber desactivado del Facebook la opción para que se notificara sobre mi cumpleaños. Lo hacía creyendo que de esta forma tendría la garantía de recibir los verdaderos saludos de la gente que realmente me apreciaba, aquella para quienes tenía la mínima importancia como para recordar esta fecha. Sin embargo, encontré que esto es muy relativo, yo he olvidado algunas fechas importantes y me he sentido mal por ello, vale decir que si bien es una fecha importante esto no la hace imprescindible para que otros días también sean momentos para tener detalles con aquellas personas que tiene una significancia especial, en nuestras vidas o simplemente en un tiempo específico de estas. Por ello y para facilitar y sobre todo evitar los olvidos activé la opción de recordatorio de cumpleaños este año.  

Los saludos comenzaron a llegar desde las primeras horas, uno de ellos el saludo de un compañero de facu que cumplía el mismo día que yo y a quien recuerdo siempre se acercó a saludarme en la universidad, del cual por cierto siempre me sentí culpable ya que por algunos de esos años yo desconocía la coincidencia de que nuestros días de nacimiento eran los mismos. Así que este año estuve en mi casa todo el día con mis papás, lo pude hacer y era algo inusual dado que los años anteriores el día de mi cumple me la pasaba estudiando para los parciales que justo eran esa semana. Un año, por ejemplo, tenía dos exámenes en un mismo, día uno temprano y otro por la noche; por lo que pase todo en día en la facu, lo bacán del asunto fue que varias personas (puse muchas, pero sería mentirles ya que mis habilidades sociales son escasas) se acercaron a saludarme algunas porque lo sabían, vieron saludarme a otras o simplemente se pasaron el dato, esto fue muy gratificante. Entonces estuve desde temprano buscando contestar todos los saludos, algunos se notaba claramente eran de conocidos donde solo el vínculo del face es uno de los pocos o por no decir el único que se tiene; también de amigos de la universidad, un lugar en el que a pesar de mis torpezas sociales he podido hacerme de muy buenos amigos. Habían saludos de todo, como los protocolares, de esos que te desean felicidad, los más efusivos, los graciosos y los con un meme o frases, con un grado de elaboración que arrancaba desde una simple sonrisa hasta una estruendosa carcajada, otros mandaban a la reflexión o hacían cosas realmente ingeniosas, el asunto era que ya sea simple o complejo llenaban de gran alegría el alma y el corazón.

Estaba entonces la mar de feliz contestando saludos, leyendo, riendo, sonriendo, viviendo un momento divino. Pero a veces uno espera algo y este no se da. Faltan diez minutos para que este día particular para mí termine, y le falta algo, le falta tu presencia. Esperaba que escribieses por cualquier medio, un mensaje, una palabra y por cualquier medio, y no se ha dado, los minutos pasan y pasan. Me pregunto si tal vez ya tomaste la decisión que solo es tuya, y decidiste que lo mejor es que hay que darnos una tregua y debes alejarte. Sé que está decisión es muy legítima y lógica, se también que tal vez las ultimas cosas que yo haya hecho han sembrado en ti más dudas que certezas. Espero a mañana tal vez acudas a esa reunión de uno más de esos grupos en que es posible vernos, tal vez tu lógica es dar un saludo presencial o “face to face” como tu afirmas, tal vez estuviste superocupada lo cual es cierto en verdad, tal vez simplemente nunca lo supiste y me estoy ahogando en una duda carente de sentido. Tal vez simplemente sea eso, no debo estresarme vanamente, pero faltan tres minutos para las doce y aún nada, volví a ver la ventana del face y mi esperanza quiere esperar a mañana pero también desea morir hoy de una vez, una sola vez para no alargar la angustia.


Escrito por

Ronald Oria Siapo

Lector que escribe


Publicado en

VIVIR PARA CONTARLA

Literatura, Psicología, Arte, Política. Escritos de otros lados y míos para compartir.